Ya saben: los suizos. Los suizos, con su banderita roja con la estrella blanca son un ejemplo extremo, casi sicópata, de limpieza y orden.

No es casualidad, entonces que los personajes de Ce Jour-lá sean miembros de una familia de adinerados que no hace nada, más que tramar cómo deshacerse de Livia, un mina flaca y media loca que hereda toda la fortuna de su madre difunta. Por el otro lado, un asesino que se fugó del manicomio de la ciudad (¡porque alguien dejo la puerta abierta!), llega hasta la casa donde Livia vive sola... ¡y empieza a matar a todos los que vienen a matar a Livia!

Así, la policia se la pasa en un restaurant, y la familia de Livia va muriendo, uno por uno, en la mansión. Los dialogos entre los dementes son cosas como:
- "Me gusta tu nombre. Viene de tu rodilla".
- "Dejarla sola en esta casa... donde ronda el diablo".
- "Vaya despelote el que tienes dentro" (Livia tocando la cabeza del asesino).
- "Usted es un angel. Tengo la teoría de que toda persona que cae al suelo es un angel".
Así es más o menos Ce jour-lá: más o menos. Hay referencias bastante burdas (un hombre en el restaurant resuelve un crucigrama con fotos de las caras de los protagonistas de la película... ¡oh, sí, esta película es un puzzle!), el humor es muy suizo (lo digo en serio), aunque está muy bellamente filmada. En el primer ataque que hace Emil Pointpoirot, el asesino, a Livia está filmado con deformación de la imagen (como ocurría a menudo en el cine B de los 50s) y es bien aterrador. El trabajo de cámara es muy apretado: casi no hay profundidad de campo en ninguna toma, y se ocupan muchos primeros planos al rostro (el rostro de Livia es para verlo por horas): lo mismo con el uso de la música, que constantemente busca escapar de no ser una heramienta de suspenso. Pero como película es poco exploratoria: es como esos poemas de Nicanor Parra, hechos para la tribuna, donde los espectadores ríen en cada verso.
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No quiero dejar de mencionar el episodio de Raúl Ruiz que aparece en "A propósito de Niza" (À propos de Nice, la suite 1995). La película es un "encargo cinematografico" hecho por el municipio de Niza para celebrar vaya a saber uno qué, y que está en directa referencia a un documental llamado igual, de 1930, dirigido por Jean Vigo. La estructura es un compilado de siete viñetas dirigidas por ocho directores: Abbas Kiarostami y Parviz Kimiavi (el primero), más Catherine Breillat, Claire Denis, Raymond Depardon, Pavel Lungin, Costa-Gavras y, el último, Raúl Ruiz. Fue la primera de las exhibidas en este ciclo, y el episodio de Ruiz bien podría ocuparse como un excelente punto de entrada a sus películas. Es onírico, es alegórico, es un espiral. La constante dualidad (somos dos personas, y esas dos personas son también otros dos) está perfectamente representado en la figura de una mujer que es "perseguida" o es "la perseguidora" de un personaje obsesionado con ella, interpretado por el fallecido Andrés Perez (sí, claro, el mismo de "La Negra Ester"). En el corto está presente la voz en off (el relato paralelo) tan típico de las de Ruiz, está los planos compuestos por otros planos, y las imagenes reflejadas en sí mismas (Pérez sostiene en sus piernas un espejo con un orificio al medio, que puesto frente a otro espejo, refleja a Perez decenas de veces). El corto es sencillo, acaso si se puede decir eso de algo filmado por Ruiz.
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No se pierdan hoy "Un lugar entre los vivos" (Une place parmi les vivans, 2003). Un abrazo.
1 comentario:
Gonzo,
lamentablemente no estaré en Santiago para tu cumpleaños (el próximo 5 de noviembre, claro), pero estoy seguro que sí estarán ahí el espíritu chileno de Ruíz y de Mao Rojas. Al mismo tiempo. Abrazo grande.
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