lunes, octubre 24, 2005

¿Debemos tomar en serio a Raúl Ruiz?

No olvidemos: los chilotes tienen fama de mentirosos
Esta semana tenemos a Raúl Ruiz en Chile. Y la visita de este año viene a confirmar la búsqueda de todo chileno que vive en el extranjero: uno se va de este país para que lo echen de menos.

Irse de Chile es el mecanismo perfecto para mostrar nuestros afectos: nos alegramos de que la gente se vaya (por fin nos dejan tranquilos), y cuando ya se han ido, lo único que queremos es que vuelvan (por lo menos, por un rato). Padecemos de esquizofrenia social pura. Quizás esto se deba a que tenemos grandes problemas para convivir, y conversar, y debatir entre nosotros. Y quizás nos gustan más las fiestas y las despedidas, que la vida diaria. Puede ser.

El punto es que para alguien como Raúl Ruiz, se hace muy cómodo ir y volver todos los años. El lo sabe y nosotros lo sabemos. Está cerca y lejos al mismo tiempo. Cuando viene, siempre se lo recibe con los brazos abiertos. Y cuando se va, se le despide en el aeropuerto, con pañuelos en la mano, pensando: ¿de qué planeta salió este viejo loco?

Año a año va creciendo el culto ruiziano. Tanta ida y tanta venida no han sido en vano: como Ruiz se va y vuelve todos los años por cualquier motivo (para filmar una película, o para estrenarla o, simplemente, para tomar borgoña en algún local de Valparaíso), ya lo tratan como a la Virgen: un grupo de voluntarios se anota cada temporada para recibirlo y sacarlo en andas alrededor de la plaza. Raúl Ruiz, con la sonrisa esquiva, acepta la juerga. Le entusiasma. Y da entrevistas. Decenas de entrevistas.

En esas entrevistas Raúl Ruiz dice las sandeces más grandes (lúdicas, pero también superficiales) que uno puede escuchar a una persona. Se produce en el efecto Parra: sus interlocutores, a menudo, se le quedan boquiabiertos, ríen nerviosamente (ríen demasiado, como si todo lo que dijera fuera chistoso) y aplauden como bobalicones. Es la entrevista por demolición: cada frase del entrevistado no tiene capacidad de ser contrapreguntada. Paradoja sobre paradoja, poco se habla con Raúl Ruiz de sus películas (así como poco se habla con Parra de su poesía).

Esta semana, tuve la suerte de estar con quien fuera un compañero de curso de Raúl Ruiz en los años sesentas, cuando estudiaba dramaturgia en la Universidad de Chile. Y me hablaba de esto: que Ruiz se está rodeando de demasiados cortesanos, que desmayan ante cada palabra que sale de la boca del director. "Está hablando puras huevadas", me decía, "y todos las escuchan como si fueran revelaciones de los misterios del arte". Y agregaba: "Eso va a terminar por hacerle mucho daño a Raúl".

No lo sé. Quien sabe. Es una manera de verlo. Quizás Raul Ruiz dice y habla esas ridiculeces-que-parecen-profundas-reflexiones por deporte. Porque poco tiene que decir sobre sus películas. Porque quizás, como lo cree Jonathan Rosenbaum, sea el heredero directo de Orson Welles. Y es probable que todo sea un chiste, un largo y borgiano chiste en el que se citan libros y teorías inexistentes como mecanismo defensivo ante el aburrimiento.

Lo que sí está claro es que si dan una película de Ruiz cerca de tu casa, tienes que ir a verla. Eso de seguro. Este año, la procesión de Ruiz viene acompañada de siete de sus películas más recientes, que serán mostradas desde este martes y hasta el viernes en el Cine Hoyts de La Reina. Será una oportunidad única de ver en 35mm cintas como "A propósito de Niza" (1995, con otros seis directores, el martes), "El dominio perdido" (2004, también el martes), "Un lugar entre los vivos" (2003, el jueves), "Las almas fuertes" (2000) o "Genealogías de un crimen" (1996, ambas el viernes). No son muchas referencias las que tengo de sus películas (quiero decir, no he visto ninguna de las que aquí se van a mostrar), pero sí puedo decir algo de "Ese día" (Ce Jour-là, 2003): dejó muy impresionados a un par de amigos cinéfilos que pudieron verla en Bafici 2003. Dicen que algo tiene de cine negro, algo de expresionismo, algo de comedia. Suena bien. La dan el miércoles.


Tapsin para el resfrío...
Más curioso todavía es el estreno comercial de "Días de campo", la última película de Ruiz filmada en Chile, basada en el libro de cuentos de Federico Gana (primo de Alberto Blest Gana), que el director habría leído a los ocho años, película protagonizada por Marcial Edwards, Bélgica Castro, Poli Délano, Francisco Reyes, Rosa Ramírez y Amparo Noguera. No olvidemos que esta es la primera película de ficción de Ruiz que filma en Chile desde "Palomita blanca".

En este blog seguiremos con cuidado el desarrollo de esta muestra, así como las conferencias con académicos franceses el martes, miercoles, jueves y viernes entre 18:30 y 20:30 hrs, también en Cine Hoyts.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Maza, llegué al blog buscando otra cosa y me topé con tu post sobre Ruiz. Muy bien todo, pero hay que hacer una precisión súper importante: Días de Campo no es la primera chilena que Ruiz hace desde Palomita Blanca. Está su episodio del Infierno de Dante para la TV, La Novela Errante (1990, que creo que nunca se estrenó, pero se filmó entera) y Las Soledades, que parece que es medio-ficción y que tiene material grabado en Chile.
Además, ¿dónde metemos ahí a Cofralandes, hecha en buena parte en este país y que no es ni lo uno ni lo otro?
Por otro lado, desde luego que Ruiz habla tonteras la mayor parte del tiempo. Y obviamente se ríe de los entrevistadores y de sí mismo, que me parece bien. Entre las tonteras de los jotes de Rojo Vip o de cualquier ave televisiva, prefiero las de Ruiz, que por lo menos todavía habla con la sintaxis que uno escuchaba cuando chico y ha leído algo más que el último de Paulo Coehlo.
Bueno el blog. Felicitaciones.

Gonzalo Maza dijo...

Dije:

Es la primera película de ficción de Ruiz que filma en Chile desde "Palomita blanca".

Ni el "Infierno de Dante", ni "La Novela Errante" (nunca terminada) ni "Las soledades" aplican. Menos "Cofralandes" (serie de TV, ensayístico, no largo de ficción). Fueron los intentos, quizás los ensayos, que hacen más esperable esta "Días de campo".

Respecto a lo otro, ¿cuantas discusiones se acaban cuando alguien dice "en la tele" o "Rojo VIP"? Verdad, pero fin de la discusión.

Un abrazo,
Maza

Anónimo dijo...

es que Rojo Vip es lo maximo (y los que hablamos mal de él es porque no nos perdemos capitulo... quien se ira a capilla?, ojala que salven a Florcita y al Pato Renan, aunque mi apuesta era Cristobal... pero basta ya!)

ta güeno el blog

Anónimo dijo...

Cuál es el trauma con Rojo? O acaso creen que TVN debe darnos somníferos roaulruizianos todas las noches?

Anónimo dijo...

ES BUENO PESCAR A RUIZ PORQUE A CIERTOS CRITICOS FRANCESES LES GUSTA (LOS DE LA CAHIER, LOS MISMOS QUE ELIGIERON A CARLITO´S WAY COMO LA MEJOR PELICULA DE LOS AÑOS 90S, O A MATIAS BIZE COMO LO MAS INTERESANTE QUE SE HACE EN CHILE).
PERO SI BIEN RUIZ ES UN TIPO INGENIOSO Y GRACIOSO, ESTA LEJOS DE SER EL GRAN ARTISTA QUE EL Y SUS ADULADORES CREEN. QUIZA, AL IGUAL QUE ROBERT RODRIGUEZ, DEBIERA CONCENTRARSE MAS, FILMAR MENOS PERO MEJOR.
ACABO DE VER EL THRILLER QUE HIZO PARA HOLLYWOOD, PRODUCIDO POR SCHROEDER, Y ES UNA MIERDA. SUPER CONVENIENTE DESPUES DE ESO DECIR QUE USA VALE CALLAMPA, QUE LOS GRINGOS SON TONTOS, Y QUE LA PELICULA NO ERA LA QUE "DON RAOUL" TENIA EN SU (CHAMBREADA) CABEZA.

Anónimo dijo...

PS: BURLARSE DE ROJO VIP ES LA CLASICA ACTITUD HIGHBROW AL PEDO QUE TANTO SUELEN CELEBRAR LOS FRANCESES. ROJO VIP ES LA EPOPEYA DEL ALMA NACIONAL. LA DEL RETORNADO QUE NO ENCUENTRA SU LUGAR, LA DEL PRESUNTO RAJÁ ARABE ACOSADOR, LA DE LA GORDITA BUENA ONDA QUE NO TIRA EN SIETE AÑOS, DEL CAFICHE HAMPON CONDECORADO EN LA DICTADURA, EL HORROR, LA LOCURA, LA ENTROPIA, EL MAL ARTE Y LA SONRISA CON LOS DIENTES BLANQUEADOS. LA PELICULA QUE DEBIERAN HACER ES ROJO VIP, DIRIGIDA POR LARRY CLARK CON RAUL RUIZ COMO DIOS.

Gonzalo Maza dijo...

La verdad, no sé si es bueno pescar a Ruiz. Para eso voy a ver sus películas. Y resulta que después de verlas, qué curioso, me gustan. Me gustan mucho. Son mecanismos para ser desentrañados en el futuro. Estoy seguro, estaremos hablando por muchas décadas de las películas de Ruiz. Son, además, muy chilenas. Uno de los grandes momentos de "Cofralandes" (no me pregunten cual) Ignacio Agüero, el documentalista de "Cien niños esperando un tren" y "Aquí se construye" va caminando por la calle y le da un ataque. Y llega una ambulancia, pero se niegan a llevarlo si no firma un cheque en blanco. Y Agüero saca la chequera y firma el cheque. Mirado en Francia, o en Australia (Adrián Martin) claro, es una onírica rareza. Solo en Chile podemos ver que esa mal sueño está a la vuelta de la esquina. No por nada el ataque le da a un documentalista.

Por lo demás, ¿quien dijo que deberían dar sus películas en la tele a las 10 de la noche? Eso es un despropósito. ¡Deberían darlas a las 4 de la mañana!